Al principio, cuando una persona es mamá de un bebé con discapacidad puede sentir una enorme tristeza o depresión que suelen ser fruto de la impotencia, también pueden sentir mucho miedo principalmente los días después del parto, pero yo les aseguro que al final siempre será como una bendición, al ver la carita de su hijito o hijita,  la madre empieza a pensar: “creo que valdrá la pena todo el sufrimiento que estoy pasando”.

Bueno, desde mi perspectiva, cuando mi madre me tuvo tenía muchas dudas y desconcierto, ya que no tenía el conocimiento de mi diagnóstico, ahí es cuando comenzó la parte más difícil, mi madre empezó a consultar sobre  lo relacionado a la trisomía 21 ( hace 21 años no había mucha información disponible según me ha contado), comenzó a leer y a visitar a especialistas, y con el paso del tiempo, empecé a desarrollarme por todo lo que hizo, todo eso a través del amor que me tiene.

Desde mis primeros años, mi madre fue la que me llevó al Centro De Atención Múltiple  N° 17 donde comencé a tener mi primera estimulación temprana, y en el año 2001 fue cuando empecé a ir al maternal, mi madre que tanto quiero me llevó al jardín de niños regular, y cuando ingresé a la primaria a la edad de 6 años, ya había iniciado con el proceso de mi inclusión educativa, mi mamá Brenda Flores siempre ha apoyado mi educación desde la estimulación temprana hasta la universidad, y aunque nos hemos encontrado algunos obstáculos y desafíos en el camino, siempre hemos estado la una para la otra y actualmente estamos abriendo caminos para la inclusión educativa.

¿Qué le podría recomendar yo a una madre que recibe por primera vez en sus brazos a un bebé con discapacidad? Primeramente, que quiera mucho a su hija o hijo, ya que requerirá mucho de su tiempo, cuidados y amor, además que investigue y que se familiarice con el tipo de discapacidad de su pequeño para tener conocimiento de las características de su bebé y lo que más irá a necesitar, y por último, qué tome acciones específicas referentes al desarrollo de su bebé (por ejemplo, asistir con un médico especialista) y para su inclusión en la vida en todos los sentidos.

Tampoco hay que olvidar al padre que es el que debe sobrellevar las presiones emocionales y los cambios del comportamiento de la pareja que estuvo embarazada por largos 9 meses, y ahora tiene en una gran responsabilidad en su familia y se siente como ya mencioné antes, él es quien más debe ayudar, ofreciendo y dando apoyo y gestos conformadores y de amor a la mamá de su bebé con discapacidad.

El apoyo de mi madre ha sido decisivo y por ello estoy logrando muchas cosas, juntas estamos abriendo un camino donde todos tienen derecho a la educación y que no pueden ser discriminados, y con motivo del 10 de Mayo, quiero agradecerle que me apoya constantemente, sin importar nada, mamá: solo quiero decirte ¡gracias por todo y que te amo con todo mi corazón! te lo agradezco en este día de las madres, ya que para mí eres un símbolo que me da esperanza cada día, más que una heroína, una líder que no tiene miedo de alzar su voz para defender mis derechos, es lo que me hace admirarte mucho más.

Desde mi perspectiva, les quiero compartir y explicar de cómo la inclusión ha sido parte de mi vida, bueno, desde que nací he sido amada por mis padres, abuelos, por mis tíos y por toda mi familia donde me han incluido en todas las áreas de sus vidas desde ese momento, cada risa, cada experiencia que he compartido con mi familia ha sido fuente de inspiración y motivación.

Es lo que me ha impulsado en mi vida, bueno, contando que también aporto mi propio esfuerzo y dedicación, también incluyo a mis maestros, fueron los que me capacitaron en diferentes áreas de la vida, desde mi estimulación temprana hasta la preparatoria, y que ahora ya domino.

Sin embargo, y lamentablemente la inclusión no es todavía un tema que tenga apertura en todos los niveles, durante mi experiencia en el nivel superior,  en una de las universidades en las que intenté estudiar fue  UANE plantel Sabinas en la carrera de Psicología, la experiencia fue un tanto complicada respecto a la forma de  evaluar o a la falta de adecuaciones  a los trabajos, proyectos e investigaciones realizadas, aunque solo estuve por un semestre me la pase genial en  el área social y de convivencia con los compañeros.

Cuando estuve en otra universidad llamada Universidad Pedagógica Nacional, donde si viví un caso muy marcado de discriminación por parte de la directora y algunos  maestros, esperando que fuera diferente debido a que la carrera ahí era psicología educativa, creyendo que además de aprender podría aportar una experiencia para quienes el día de mañana trabajaran en las escuelas con niños y niñas con alguna discapacidad, lamentablemente no fue así, me orillaron a salir poniéndome retos que no le ponían a alumnos sin ninguna discapacidad, llegando al punto de ponerme 3 exámenes finales en un solo día.

En la busca por la inclusión en el nivel superior, presenté examen de admisión dos veces, en la Escuela Normal Experimental de San Juan de Sabinas, aunque obtenía un puntaje dentro de un rango normal, como un alumno sin discapacidad y a pesar de realizarlo sin adecuación alguna, no estaba dentro de los 60 mejores exámenes que exigía la institución.

Esta situación nos llevó como familia a informarnos de que podíamos hacer para hacer valer mis derechos, interponiendo un recurso de amparo en un juzgado federal, y después de 12 meses nos fue otorgado el fallo a favor, lo que me permite ser el día de hoy una alumna del segundo semestre de la licenciatura de educación preescolar.

Como persona con discapacidad aún quedan muchas barreras pero estoy segura que con el respaldo de familia y sociedad también las vamos a romper.

Estoy muy orgullosa de todo por lo que he pasado, estoy agradecida de todos los premios que he ganado, los reconocimientos y oportunidades recibidas para seguir esparciendo la voz de la inclusión, desde que nací he sido tratada por mi familia como una persona sin discapacidad, por eso creo que la inclusión empieza en nuestras familias.

Creo que todas las personas debemos de trabajar para dejar de ser ordinarios y convertirnos en seres extraordinarios, siempre busco la manera de ser optimista y enfrentar los retos, porque el superarlos es lo que nos da la experiencia y madurez para enfrentar la vida, seguiré siendo Brely  la que no tiene y no ve los límites de la vida, la que es una LEYENDA, y la que tiene mucho por ofrecer.

Artículo hecho por:
BRELY DE LA CRUZ Y FLORES