Colaboradores

Nuevo Laredo: dividido no

Publicado hace

el

Acabamos de terminar un proceso electoral especialmente tenso, donde, desde el inicio, la presidencia municipal fue disputada básicamente entre dos candidatas.

Así, de los aproximadamente 148 mil votos emitidos, al menos 125 mil fueron para ellas y casi a mitades.

El resultado con detalle se reveló días más tarde, y con ello, se declaró a una de ellas como presidenta municipal electa con una ventaja de más de 2000 votos.

Lo anterior no es solo un dato meramente informativo, sino también reflexivo: aunque, a mi parecer, se ve con gusto que hubo una mejor participación en la elección respecto a votaciones anteriores, no puede pasar desapercibido lo fuertemente pasional de los equipos de campaña y de los simpatizantes de cada candidata o cada partido.

Con la anterior afirmación no pretendo demeritar el “interés político” de muchos y muchas neolaredenses. No lo hago y no lo puedo hacer, ya que el interés político bien entendido es el que verdaderamente se preocupa y persigue el bien común.

Ahora bien, lo que sí sería motivo de alerta es cuando este “interés” tiene más que ver con una propuesta política o ideología cerrada, con un beneficioso compadrazgo o con la mera búsqueda de la conveniencia personal.

En otras palabras, este supuesto “interés político” sería peligroso cuando el ciudadano que lo ejerce solo pretende llevar agua al propio molino, ya que, evidentemente, lo que se busca no es el bien y el desarrollo para todos, sino el propio provecho.

Me supongo que esto que digo no será extraño para quien lo lee. De hecho, parece evidente en lo teórico… y en lo ideal. Sin embargo, no es del todo ajeno a nuestra propia realidad social y política.

Ahora bien, creo que esta actitud adquiere un mayor impacto social cuando las campañas terminan y unos salen “ganadores” y otros “perdedores”, ya que después de los resultados se pueden percibir las aspiraciones más profundas.

Me explico: si lo que se buscaba era solo el beneficio personal y no el bien común los ganadores podrán cerrarse en una actitud hostil -y hasta vengativa- bajo la absurda lógica del “yo (ganador), mando y tú (perdedor) acatas”. Sin embargo, tampoco vamos a criminalizar al ganador, ya que estoy seguro que este complejo e inmaduro mal no solo sobrevuela a los ganadores, sino también a los perdedores que, bajo una actitud resentida, pueden llegar a descalificar o demeritar el trabajo de “los de enfrente”.

Como es evidente, con lo ya descrito, lo único que se deja ver son dos causes que lejos de formar un mismo río, lo dividen.

Estimado lector y elector: lo que ya expliqué no pretende ser una verdad irrefutable o un padrón “de manual”. Puede pasar o no. Sin embargo, lo trato hoy y lo digo en voz alta porque me parece de la mayor importancia para el futuro más próximo de la sociedad neolaredense:

En efecto, habrá cambio de funcionarios y de modos de proceder en el ayuntamiento, pero, como es evidente, sobre todo por los números tan reñidos y por la “pasión” con la que se vivieron las campañas y la espera de resultados, tengo la sensación de que también habrá quien caiga en el desafortunado mal entendido que ya describí.

Ante este peligro, aprovechando el contexto y recordando que hoy celebramos el 173 aniversario de la fundación de la ciudad, me atrevo a pedir cordura, madurez y respeto respecto del cambio de gobierno.

Lo digo nuevamente en alto: cordura, madurez y respeto para el nuevo gobierno y del nuevo gobierno.

Lo digo así porque no dudo en afirmar que, frente a cualquier ideología o diferencia política, siempre ha de prevalecer la búsqueda del bien común y el auténtico desarrollo. Seguro estoy de que un Nuevo Laredo dividido y confrontado no prospera ni se desarrolla.

Felicidades a todos los neolaredenses por este aniversario. Que la unidad prevalezca para que la ciudad camine mejor.

Pd. Felicidades a la señora Carmen Lilia Canturosas, presidenta municipal electa. Felicidades a la señora Ana Laura Huerta, diputada federal electa; a la sra. Gabriela Regalado, a la sra. Imelda Sanmiguel y el sr. Félix García, diputados locales electos. Por favor, más allá de los colores políticos, defiendan y trabajen por Nuevo Laredo y su gente. Gobiernen y legislen en orden al bien común.

1 Comentarios

Tendencias