Colaboradores
El proceso electoral será una lucha de liderazgos
En los procesos de gestión de recursos o de administración, la línea del tiempo de la humanidad ha generado cambios drásticos, desde el autoritarismo hasta revoluciones de trabajadores y ciudadanos, la tarea de la actividad de las administraciones públicas, la política y la gestión empresarial no están tan distantes.
En las actividades empresariales hay diferentes formas de liderazgo que también aplican para la vida pública, aquí escribo algunos ejemplos: está aquel o aquella líder que se caracteriza por ser carismático, que es enérgico y entusiasta; y a su vez contagia a sus colaboradores, las ventajas y desventajas dependerán de cada uno de los ámbitos donde se desarrollen.
Otro estilo de liderazgo muy recurrente es democrático o participativo donde se recaban opiniones diversas de los colaboradores, pero al final de cuentas, él o ella es quien asume la toma de decisión final, esto fortalece la integración del equipo.
Está también, el liderazgo “Laissez-faire” que significa en francés “dejar hacer, o dejar pasar” en este caso el líder asume que cada colaborador tiene un sub-liderazgo que debe de mantenerse, siempre y cuando exista una estrategia medible y confiable.
Hay dos liderazgos similares que son muy actuales de acuerdo a la nueva tendencia mundial y digital donde en algunos casos ya ni se solicita un perfil académico sino solo mera experiencia, el primero de ellos es el liderazgo orientado a tareas o actividades específicas, aquí el líder tiene una habilidad nata para una actividad determinada, por ejemplo: ser mediador. Otro que es parecido, es el liderazgo con orientación a personas donde existe un proceso creativo por responsable o líder, y esto es la diferencia entre uno y otro, tarea contra creatividad.
El liderazgo natural es poco común, pero cuando se aprecia se manifiesta de una manera especial y suele ser la combinación de varios factores como conocimiento del área, buen uso de la palabra y empatía. Este tipo de liderazgo mantiene una estrecha relación con sus colaboradores y hace que exista un aprecio especial por el líder con el paso del tiempo por el tema de que es empático o empática.
Un liderazgo que también es recurrente pero que sufre en el camino es el líder formador, que tiene como habilidad apoyar y enseñar a sus colaboradores, este liderazgo genera en su momento fricción, pero después de tiempo hay un cariño auténtico por el líder.
Como sociedad necesitamos reflexionar dos aspectos, uno a nuestro jefe en el trabajo y a su estilo de liderazgo que no lo podemos modificar, pero a nuestras autoridades locales y federales si las podemos elegir. Aquí habremos de ponderar las necesidades que tenemos como comunidad y la visión que pudieran llegar a tener nuestros representantes políticos. Así que reconsidere cual es la mejor vía para que usted mejor sus condiciones de vida que a final de cuentas ese es uno de los propósitos de un gobierno.