Lo de Hoy
2 de Noviembre, Día de Muertos
Tradición mexicana donde las familias rinden culto a sus difuntos entre velas, flores y sabores, donde el amor trasciende más allá de la muerte
La muerte provoca miedo, asombro, curiosidad e incluso amor para dar sentido al vivir; es motivo de risa, de burla y se come convertida en azúcar porque en México hasta la muerte es dulce.
Así se conmemora el Día de Muertos en este país, tradición milenaria, mezcla del catolicismo y el misticismo mexicano, reconocida a nivel internacional como una de las manifestaciones culturales más trascendentes y significativas de las comunidades indígenas principalmente de la región centro y sur.
De los 31 estados que integran la República Mexicana, 20 destacan por la celebración de culto a los muertos, además de la Ciudad de México, entre las que figuran Campeche, Chiapas, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Veracruz, Guerrero y por supuesto, Michoacán, entre otros más.
Calles y edificios adornados con flor de cempoalxúchitl, calaveras, catrinas, papel picado, donde la muerte más que ser oscura y triste, se vuelve una fiesta llena de color, olor y sobre todo sabor, con música, danza y canto.
En los hogares las familias preparan sus altares para expresar su amor y veneración con ofrendas y así compartir los goces de la vida con las ánimas visitantes.
Para los altares no debe faltar la foto del difunto que visitará el hogar, el agua que es fuente de vida y se coloca para que las ánimas calmen su sed después de su largo recorrido a este mundo, la sal que representa la purificación y sirve para que el cuerpo no se corrompa.
Las velas son la luz que guían a las ánimas, mientras que el copal e incienso limpian la casa de malos espíritus y las flores, aromatizan el lugar para que el alma del visitante esté contenta.
El pan de muerto simboliza los huesos de lo que estamos formados, las calaveritas de azúcar nos recuerdan a la muerte siempre presente, sin dejar de lado los guisos y licores favoritos que disfrutaron los muertos en vida.
Estos altares no solo se hacen en los hogares mexicanos, existen regiones donde las ofrendas se llevan directamente a los panteones y se colocan sobre las tumbas de sus difuntos, así conviven las familias mexicanas en recuerdo de aquellos a quienes amaron en vida, entre flores, incienso y velas en tierra santa.
La muerte forma parte de la identidad mexicana, por ello el 2 de noviembre se rinde culto a los antepasados. El Día de Muertos evoca trascendencia y esperanza, pues mientras haya alguien que te conmemore y recuerde, la muerte no te alcanza.