Protagonistas y responsables: vacunas para jóvenes

Conforme los meses pasan el proceso de vacunación también lo hace. En Nuevo Laredo ya se comenzó la vacunación a los jóvenes mayores de 18 años.

A mi modo de ver esto es un gran acontecimiento para nuestra sociedad. No podemos ignorar que somos los jóvenes los que -muy seguramente ya fastidiados de tanto encierro y restricción- comenzamos a relajar las medidas (esto pasa aquí y en otros lugares, allí está España).

Ahora bien, sería injusto no reconocer que en todo este tiempo de pandemia también somos los jóvenes los que poco a poco hemos ido tomando protagonismo en las cuestiones más prácticas: no solo salir a trabajar, sino también hacer la despensa, asumir trámites, pagos y encargos en nombre de los mayores.

Nadie podrá ignorar las cientos de iniciativas juveniles que han surgido en este tiempo para enfrentar la crisis que tenemos encima.

Aquello de “los jóvenes son el futuro” poco a poco nos ha venido alcanzando. Y con esta crisis de salud hemos visto que es posible la solidaridad y, a la vez, que no es del todo cierto que a los jóvenes de esta generación todo nos duele, todo nos molesta y todo nos asusta.

Cierto es que no puedo hablar por todos, pero estoy convencido de que no miento cuando afirmo el protagonismo de los adultos más jóvenes en este tiempo.

Aunque me quedo corto, en lo ya dicho, sí que quiero recalcar que, a mi modo de ver, la vacunación de los jóvenes es un acontecimiento todavía más esperanzador que cuando se comenzó con la vacunación a los adultos mayores.

Como ya señalé, se está vacunando a los que andan más en la calle (independientemente de las circunstancias).

Este solo hecho para mi es importantísimo: ¡se está inyectando algo de seguridad y tranquilidad a cientos de miles de familias de Nuevo Laredo!

Y, por las filas y filas que se han visto en el primer día de vacunación, creo que no soy el único joven que piensa así (cosa distinta vimos en las otras edades de vacunación).

Ahora bien, aunque vuelvo a celebrar el acontecimiento y la respuesta de los adultos más jóvenes, tengo que advertir que el paso siguiente nos toca nuevamente a nosotros, los jóvenes: ser bien conscientes de los límites y posibilidades de la vacuna, ya que esta ni es mágica ni 100% efectiva.

Dicho de otro modo, aunque vacunados, tenemos que ser conscientes de la gran responsabilidad que conlleva ser protagonista de nuestros días.

La vacunación no es la meta, no es un “ya pasó”. La vacunación es un punto de que posiblemente vamos ganando al virus… pero claro, solo si todos ponemos de nuestra parte.

Que esta alegría no nos haga olvidar que los contagios siguen subiendo y que todos, vacunados o no, podemos frenarlo con las medidas que ya conocemos.