Esto no se acaba… ¡Hasta que se acaba!

MEJOR QUE NUNCA
(POMS) 2019 EU
Dirección: Zara Hayes
Actúan: Diana Keaton, Jacki Weaber, Alisha Boe.

Martha (Diane Keaton) es una maestra que tras retirarse de la vida laboral, rompe con su pasado, deja la gran ciudad y empieza una nueva vida en un hogar para pensionados en una ciudad más tranquila.

Es en ese proceso de “cerrar” su vida anterior, la ex docente entrada en sus 75 años, replantea lo que quiere hacer con su vida y se da cuenta de que no encajará en su nuevo entorno a menos que emprenda algo que la haga feliz.

Un detalle la guiará a tomar las riendas de su nueva existencia. Mientras vendía sus pertenencias, se quedó con un traje de porrista, pues por una causa que no revelaré, su sueño estudiantil de brincar, animar y dar volteretas, no se consumó.

En el arranque de su nueva vida conoce a su vecina, una mujer desinhibida, alegre y que poco a poco le contará cómo es que se mueve esa sociedad que en teoría es de venerables ancianos, pero en realidad agrupa a personas con mucho por hacer y decir.

Lo que pareciera ser una cinta de viejitos adorables, poco a poco se convierte en una aventura divertida y con un lindo mensaje: disfrutar al máximo todo lo que la vida nos regala, pues no sabemos cuándo nos va a tocar decir adiós.

Una vez que Martha entra en confianza con el vecindario, con la información que su vecina le proporcionó y convencida de que debe hacer lo que dejó inconcluso en la vida, se anima e invita a un grupo de señoras de los 70’s para formar un grupo de porristas.
¡Sí! de animadoras que brincan, saltan y emocionan con coreografías y canciones.

Pero, todo este sueño no se podía concretar sin una labor de equipo y la ayuda de otras mujeres, es una porrista en activo que entrena a las veteranas y las motiva para salir adelante.

Claro, hay más de 10 cintas que nos presentan esta idea de “viva ahora y disfrute para siempre”, pero creo que en particular “MEJOR QUE NUNCA” nos muestra que unir fuerzas, olvidar prejuicios de edad y grupos generacionales ayuda a jóvenes y viejos a disfrutar de lo bueno de cada persona.

En esta cinta el proceso para conformar el grupo, los ensayos y todo lo que mueve a Martha, las chicas y la gente que las rodea, nos deja una enseñanza que bien podríamos poner en práctica todos sin necesidad de retirarnos, más bien conscientes de que estamos en esta vida para disfrutarla y para enfrentar miedos, angustias y todo aquello que nos impida caminar en paz.

Una cinta para disfrutar en familia, con la pareja o con una rebanada de pizza en la mano.