El 6 de junio… como una brújula

Para nadie es un secreto que estamos atravesando por una crisis política muy particular en lo general, es decir, en todo México, y por una desafortunada y compleja tensión en lo particular, en Nuevo Laredo (y todo Tamaulipas).

Entre la “guerra sucia”, los “dimes y diretes”, los escándalos y las fakenews constantemente nos están bombardeando de todos los partidos.

Esto, lejos de interesar a los ciudadanos en la contienda política nos aleja, nos harta… y, también, confunde y nubla. Nos hace perder el norte.

Aun con todo y en medio de tanto me gustaría recordar sintéticamente tres cosas a cada lector y elector:

• Lo primero en mi lista sería animar a votar ya que, por más desencantados o fastidiados que estemos del [mal] ambiente electoral, de estas elecciones depende el futuro y rumbo más próximo de México. Por eso no podemos rechazar el derecho a la libre elección y el deber cívico de participar por el bien común.
• Unido a lo anterior, en segundo lugar, me gustaría brevemente prevenir de la tentación de no votar o anular el voto ya que esta acción que aparentemente es un acto de protesta, a mi modo de ver lo único que hace es desaprovechar la oportunidad de participar y, colateralmente, reducir el numero de electores… beneficiando al candidato o partido más fuerte.
• Lo tercero sería hacer conciencia de que además de la elección del alcalde -o alcaldesa- que, sin duda, es muy importante, el próximo 6 de junio elegiremos a los diputados locales y federales.

Éstos no son un adorno o un simple rostro que hace equipo con el o la candidata a presidente municipal, sino que, además de esto, tienen funciones particularmente importantes en materia de legislación. Dicho “mal y pronto”: estos se dedican a revisar, proponer y modificar leyes… en sus manos está aprobar, frenar o modificar iniciativas de la mayor importancia para nuestro país. Por tanto, a quienes votemos como diputados se convertirán en hombres y mujeres activos en el ejercicio del poder legislativo… nuestros representantes a la hora de debatir, diseñar y fomentar leyes.

Ahora mismo, el conocimiento de la situación social actual (política, económica, sanitaria); el conocimiento de los candidatos, sus propuestas y sus secuaces; la participación activa y en conciencia de las elecciones; y el soporte de un órgano que funja como árbitro en las elecciones se convierten en una especie de brújula que guiará el futuro más próximo de México. Seamos responsables y cuidadosos.