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Lo rescatable de Nuevo Laredo tras la tromba

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El pasado lunes 17 de mayo nos quedó de manifiesto que la ciudad no está lista para una eventualidad meteorológica como la que presenciamos, algunos especialistas le llamaron una situación atípica, pero si la memoria no me falla, esto viene pasando todos los años por estas fechas, siendo el mismo formato, vientos huracanados y agua a mas no poder.

Nuestro querido Nuevo Laredo, se vio afectado como ni en sus peores días se viera, la red eléctrica totalmente mermada, sin servicio de agua potable, la comunicación móvil totalmente colapsada, los servicios por parte del municipio y la Comisión Federal de Electricidad rebasados. Esto nos dejó un gran mensaje, y es que no estamos preparados ni como pueblo ni como ciudad para un evento de esta magnitud. Los expertos dicen que son “esporádicos” estos eventos climatológicos, pero a ciencia cierta no lo sabemos, ya que algunos ni siquiera se explican como es posible que un sistema de baja presión de este tipo se forme sobre esta parte del país.

Lo rescatable de todo esto es que como dicen los expertos en desarrollo organizacional, es una oportunidad de desarrollo, en otras palabras, fue el panorama perfecto para ver en que estamos fallando tanto como ciudad como sociedad. La ayuda para restablecer el sistema eléctrico llego de afuera, de Reynosa, Guerrero, Miguel Alemán, Monterrey y otras ciudades, largas jornadas tuvieron los hombres de mezclilla y kaki para poder tener este servicio andando, se les vio por toda la ciudad y visiblemente agotados. Pero lo más destacado, fue nuevamente el poder de los neolaredenses que en vista de la poca o nula “cobertura” por parte de las autoridades pusieron su granito de arena y recursos propios para ayudar a los demás, y mencionar a algunos sería una falta de respeto para los que deje fuera de esta mención. Se armaron con lo que pudieron y lo que tenían para repartir agua potable, hielo, agua embotellada, motosierras para la tala de árboles caídos, enceres domésticos para reemplazar los perdidos por algunos que por parecer apocalíptico el asunto, siempre les pega a quien menos tienen. Estos mismos voluntarios repartieron alimentos preparados tanto para la ciudadanía como para los empleados de la paraestatal que sin descanso laboraron día y noche para poder tener electricidad en cada rincón de la ciudad. Y claro los contendientes a los diferentes puestos públicos se hicieron “sentir”, algunos con la verdadera intención de ayudar a los que lo necesitaban, otros, como siempre nada más simularon el hacer una actividad para que se viera bien la foto, ya saben “proselitismo de oportunidad”.

Aun así, bajo todo este desastre, se demostró nuevamente que los habitantes de esta ciudad tienen un valor agregado que no siempre se ve, que creo a veces la apatía tiene opacado esta virtud por diferentes circunstancias, pero a final de cuentas se hace ver y se hace sentir en la labor en quienes, sin interés político o mediático, hicieron la proeza en medio del desastre, llevaron al que no tenía, ayudaron al que no podía y alimentaron al que carecía. Nos faltará infraestructura, no tendremos el mejor desarrollo económico, pero tenemos a los mejores ciudadanos que una urbe debería de tener. A ti, que ayudaste de alguna manera, a ti que hiciste un sacrificio por ayudar a los demás, GRACIAS.

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