La estanflación mexicana.

El país no muestra avances significativos en la recuperación económica, los esfuerzos por “obligar” al semáforo verde para generar dinámica económica no ha generado los frutos esperados, la verdad la situación no es alentadora.

La definición de estanflación se entiende como “un periodo económico donde hay una reducción de la actividad económica acompañada por una inflación elevada y creciente” significa que estamos estancados y con precios en evidente aumento, el caso específico es el gas LP que tuvo un aumento importante y el precio de la gasolina que impacta de una manera colateral el precio de un sin número de productos, eso sin mencionar los productos de la canasta básica que también han registrado aumento.

En otro tema, pero también relacionado está la encuesta nacional de ocupación y empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) que reporta en febrero 2021 una disminución de 2.4 millones de personas económicamente activas (PEA), al llegar de 57.8 millones de mexicanos en activo a 55.5 millones, como dato adicional en el año 2020 solamente en abril 12 millones de personas dejaron de trabajar.

La composición de las personas económicamente activas se da con el 12 por ciento con actividad en el sector primario es decir agricultura, ganadería, caza y pesca; en el sector secundario con un 26.5 por ciento en actividades como industria extractiva, manufactura y construcción y; en el sector terciario con un 61 por ciento en trabajos como comercio, turismo, transporte, restaurantes entre otros; un 0.5 restante en la encuesta esta determinado como un sector no especificado.

En resumen, México mantiene su tendencia a los servicios al estar tercerizado ( sector terciario) por lo que el impacto en temas como la pandemia impacta de una manera mas importante sobretodo en lugares donde se requiere de una alta afluencia de personas como Cancún, Los Cabos, Mazatlán, Acapulco y otras zonas turísticas y los principales estados afectos son Quintana Roo, Baja California Sur y otros con vocación meramente turística.

Ahora y sin el afán de echarle más piedritas al costal habrá que esperar una nueva reforma fiscal donde el gobierno federal anunció que se hará del conocimiento público una vez terminado el proceso electoral de este 2021, todo parece indicar que no será muy favorecedora que digamos.

¿Qué debemos esperar? Debemos de ser cautos, incentivar el gasto en la economía local y así fomentar la dinámica regional, es decir gastar en negocios locales para que puedan conservar los empleos y así no disminuir la población económicamente activa, y en la cuestión del 61 por ciento que representa el sector terciario se deberá de ir reactivando de una manera paulatina la actividad con todas las medidas sanitarias porque la pandemia está lejos de estar controlada y si no hay salud difícilmente podrá haber una situación económica favorable.