Colaboradores
CONSTRUYENDO DIGNIDAD
Cuando era pequeña, mi papá insistió demasiadas veces que yo era capaz de todo. Que
era fuerte y que podría llegar tan alto como quisiera. “Esa” era la Martha que él veía. Y
que él con sus palabras, empezó a construir en mi. La insistencia y fe que me tuvo,
abonaron a la mujer que soy ahora. A esta Martha resiliente que ha intentado encontrar
siempre en los problemas y sacudidas de la vida, la posibilidad infinita de volver a
inventarse.
Muchas personas con discapacidad durante demasiado tiempo, han insistido en lo
importante que es para su colectivo, el que ajustemos el lenguaje y que se deconstruyan
los mitos, prejuicios y estereotipos relacionados con la discapacidad.
El colectivo, nos insiste en cambiar la manera en la que narramos la discapacidad. Nos
invitan a dejar atrás eufemismos -esas frases que sustituyen con amabilidad a otras que
consideramos agresivas o demasiado francas y que nos resultan incomodas- y que
llamamos a la realidad como es, logrando con esto que la vida de cada una de las
personas en condición de discapacidad sea una vida de oportunidades y de derechos y
no de limitación ni incapacidad.
Para poner mi granito de arena en esta nueva construcción social, hoy diré de manera
muy clara algunos consejos para lograr tengamos todos un lenguaje inclusivo en respeto
a la dignidad de las personas con discapacidad.
Sé que lo que voy a escribir sonara redundante. De todas formas, lo escribiré:
Cada vez que llamas a una persona con discapacidad “discapacitado”… lo discapacitas.
¿Porque ? Porque reconoces que su condición lo hace ser solo eso. Lo reduces, lo
compactas.. lo simplificas… y al hacer esto, eliminas e invisibilidad al resto .. a lo que el
ES .. a lo que TODOS somos .. un alma hecha cuerpo. Una persona.. sin etiquetas… y
punto.
La próxima vez que no sepas cual es la forma correcta para referirte a una persona con
discapacidad te recuerdo que siempre que puedas debes llamarla por su nombre. Trata
de evitar (si es posible) referirte a su condición como ente protagonista de su vida. Pero si
tienes que señalar su condición .. recuerda decir siempre… primero persona.
Las palabras tienen impacto. Que tus palabras cuando las dirijas a una persona con
discapacidad reconozcan insistententemente la dignidad, que no sean de lastima ni de
eufemismo.. y que construyan siempre -con fe- humanos sin etiquetas.