Colaboradores
¿Qué ha pasado a un año de pandemia?
A un año de ser declarado pandemia, esta sepa del coronavirus ha cobrado factura muy cara a la humanidad de manera global. En el inicio de todo esto, y viendo una ventana de oportunidad los gobiernos confiaron en sus pueblos para que en menos de un mes fuera erradicada con la tan proclamada y nada respetada sana distancia.
Pero no fue así, tal vez el desasosiego o desobediencia, o tal vez la poca responsabilidad de la población del globo fue la causante, pero esto no lo sabremos nunca. Y en estos tiempos de cristal, que a la menor provocación nos indigna y repudiamos acciones tan extremas como las que se tomaron en India y España, sus autoridades fueron criticadas mundialmente, pero de no haber sido así, los totales de fallecidos a nivel internacional serian mayores.
A nosotros como mexicanos, se creó la tormenta perfecta, un sistema de salud nada robusto, un gobierno con nula experiencia y liderazgo en menor cantidad, y una sociedad apática e ignorante de las
consecuencias, fueron la combinación perfecta para lo que hoy estamos viviendo, una economía pausada, un sistema de salud muy mermado y una sociedad por colapsar, sin mencionar el factor educativo, que tal parece que se ha convertido en un suplicio para millones de familias por tener casi nula conectividad con el mundo informático.
A un año, hemos perdido amigos, familia, conocidos, y lo mas triste: nuestra libertad, aquella que teníamos y no sabíamos que éramos felices. Lo peor todavía no pasa, la luz al final del túnel se ve lejos, pero eso queda nada más en manos de nosotros.
Nuestro futuro en todos sus aspectos se ven inciertos, no vemos ni la seguridad económica ni social de un mañana alentador, realmente este “bicho” como me gusta llamarlo no se ve para cuando se quiera desaparecer o extinguir, y menos con la cantidad tan limitada de vacunas que existen en todo
el globo, y la verdad no sabemos si alcanzaremos a ver la vacunación total, pero lo que si es un hecho es que existen unas personas que debido a su vocación de servicio y calidad humana, están entregando cuerpo y alma a cuidar de quienes de alguna manera se han infectado, y me refiero a doctores, enfermeras, afanadores y demás personal que asisten en todos los sistemas de salud, tanto público como privado, hemos aprendido una valiosa lección donde le dábamos más valor a un personaje mediático, que a los héroes contemporáneos de carne y hueso que nos hacen saber con sus acciones que
están allí para nosotros cuando los necesitemos, a todos ellos, GRACIAS.
Y si me preguntas a mi como se ve el futuro, te responderé que de nosotros depende que esto cambie, dependerá de nuestras acciones y de nuestra voluntad de que sea nuevamente un mundo, no como lo conocimos, un mundo aún mejor, porque, hay que aprender de nuestros errores, ¿o no?